Toledo, la célebre ciudad de las
tres culturas, esconde infinidad de rincones secretos y con mucho encanto. Uno
de ellos es el Bar Restaurante La Clandestina de las Tendillas, ubicado en una
de las muchas calles empedradas del casco histórico.
La Clandestina de las Tendillas: qué se puede comer y beber
La guinda la pone su patio trasero con plantas trepadoras y árboles frutales, una especie de jardín oculto donde el tiempo parece que se ha detenido. Aquí podrás beber y comer lo que quieras y, sobre todo, disfrutar de los pequeños placeres y regalos que te da la vida.
La oferta gastronómica que te
ofrece La Clandestina de las Tendillas es amplia y variada, con platos en los
que se mezclan las recetas tradicionales con los ingredientes de la tierra
manchega con otros toques y sabores típicos de la cocina de mercado, además de
añadir algún que otro guiño a otras cocinas y recetas internacionales.
Albóndigas de venado, arroz al
horno con codornices o con langostinos y sepia con alío li de azafrán –según
temporada-, lomos de sardina marinada, ajo blanco, huevas de arenque y
coliflor, tataky de salmón, croquetas caseras de gorgonzola y membrillo, mollejas
de ternera, magret de pato… son tantas las alternativas originales para
degustar que te será muy difícil elegir. En este caso, lo mejor es dejarte
llevar y pedir recomendación a alguno de los camareros o personas que trabajan
en este mágico lugar, pues cada uno de ellos te asesorará con total amabilidad
y profesionalidad con un único objetivo: que disfrutes al máximo del momento y
de una experiencia sensorial con la que soñarás volver a repetir en tu próxima
visita.
¿Y los postres? Sencillamente
increíbles… y como ejemplo, ahí van unas cuantas provocaciones a tus papilas
gustativas: lemon pie (tartaleta de crema de limón y merengue con helado de
coco), panna cotta de chocolate blanco y frutos rojos, cúpula de chocolate
amargo (y ganache y helado de chocolate blanco), tarta de té macha con helado
de violetas y namekala (de queso y azafrán, con bizcoho de almendra y helado de
vainilla).
Toledo tiene hechizo y La
Clandestina de las Tendillas un motivo más para disfrutar de una de las
ciudades con más historia de España. Sin dudarlo, uno de nuestros rincones
clandestinos favoritos de la infinita oferta de ocio que tiene nuestro país.